Paco López Barrilado
MEDIO SIGLO EN EL CINE: ESPECIALISTA, ACTOR, GUIONISTA, DIRECTOR, CULTURISTA, EX BOXEADOR, JUDOCA, ENTRENADOR
La tarde noche del 9 de enero de 2015 Paco López Barrilado se puso el esmoquin, no era para menos. Gala y lujo en el auditorio maestro Padilla para el estreno de 'Narcos', su primer largometraje como director. Una dinámica película rodada y ambientada en Níjar, Serón, Mini-Hollywood y la Alcazaba de Almería, y protagonizada por la actriz y cantante Tatiana Phare. Fue un gran reto, altamente superado. Tres años antes, había presentado ante sus paisanos el cortometraje “Un sueño de película”. Un “revival” entrañable con el mundo del cine en Almería en los felices años sesenta y setenta, donde Barrilado fue uno de sus mayores protagonistas como especialista y actor.
Pero el incombustible López Barrilado, con más de cuarenta años de experiencia en el cine, que superó a su maestro “El Mortales”, fue pionero en los shows para extranjeros en las cálidas tierras del desierto de Tabernas y sus poblados. Distinguiéndose siempre por sus inquietudes un buen día, cuando aquí ya al cine lo habíamos matado, cogió la maleta y se fue a Palma de Mallorca. Montó numerosos espectáculos y torneos medievales acogidos con gran expectación. Los años pasaban y su mundo seguía siendo el cine y su enorme pasión el culturismo. Atrás ya había dejado sus experiencias como boxeador, con más de medio centenar de combates, judoca y luchador de grecorromana. El reposo de los años lo devolvió al cine.
Francisco López Barrilado nació en la calle Santa Ana del barrio del Quemadero en 1944. Sergio Leone fue uno de sus grandes amigos. Asegura que fue el que compró el poncho en Nijar que Clint Eastwood usó en las películas rodadas en Almería y le enseñó cómo mover el cigarro en la boca, porque Clint no era un fumador. En uno de los perfiles biográficos Paco describe sucintamente su biografía. "Mi madre tuvo que trabajar como una bestia que nos llevó hacia adelante. Mi padre se fue y ella se convirtió en una madre coraje y trabajó de lavandera para alimentar a sus tres hijos”. Cuando tenía siete años de edad, tuvo que salir y hacer frente a todos los defectos del mundo, pero no se avergüenza de su pasado. “Mi primera escuela fueron los franciscanos y fui admitido porque mi madre lavaba las ropas de los sacerdotes de la iglesia. "Después -continúa Barrilado- fui a la escuela del Quemadero, con tiempo suficiente para aprender a leer y escribir. A los once años empecé a trabajar como aprendiz de carpintero y me convertí en un tallador de madera y ebanista ayudando a Juan Antonio Criado y los registros de arenas en el taller de Jesús de Perceval".
Su contacto con las pesas, fue trabajando ya en la construcción. Su actitud valiente le llevó como a tantos españoles trabajar en Alemania buscando nuevos horizontes. De vuelta a España cumplió en el servicio militar como paracaidista. Con unos amigos formó un grupo de actores protagonistas de los torneos medievales. Se convirtió en extra y doble de cine en la década de los sesenta. Cuando los rodajes decrecieron se convirtió en entrenador de levantamiento de pesas. Como boxeador militando en la categoría de los pesados entre amateur y profesional estuvo entre los años 1973-1977. Dotado de un extraordinario físico, que mantiene a punto como cuando contaba veinte años, entre golpe y golpe de claqueta sigue impartiendo su sapiencia deportiva a numerosos jóvenes y menos jóvenes en el gimnasio que en la avenida Pablo Iglesias de la capital dirige en la actualidad. Su otra faceta menos conocida y de la que nos ocuparemos en otros momentos, la pintura, deberemos descubrirnos ante una forma de ejecutar este arte lleno de colorido y verdad.
JOSE ANGEL PEREZ
Pero el incombustible López Barrilado, con más de cuarenta años de experiencia en el cine, que superó a su maestro “El Mortales”, fue pionero en los shows para extranjeros en las cálidas tierras del desierto de Tabernas y sus poblados. Distinguiéndose siempre por sus inquietudes un buen día, cuando aquí ya al cine lo habíamos matado, cogió la maleta y se fue a Palma de Mallorca. Montó numerosos espectáculos y torneos medievales acogidos con gran expectación. Los años pasaban y su mundo seguía siendo el cine y su enorme pasión el culturismo. Atrás ya había dejado sus experiencias como boxeador, con más de medio centenar de combates, judoca y luchador de grecorromana. El reposo de los años lo devolvió al cine.
Francisco López Barrilado nació en la calle Santa Ana del barrio del Quemadero en 1944. Sergio Leone fue uno de sus grandes amigos. Asegura que fue el que compró el poncho en Nijar que Clint Eastwood usó en las películas rodadas en Almería y le enseñó cómo mover el cigarro en la boca, porque Clint no era un fumador. En uno de los perfiles biográficos Paco describe sucintamente su biografía. "Mi madre tuvo que trabajar como una bestia que nos llevó hacia adelante. Mi padre se fue y ella se convirtió en una madre coraje y trabajó de lavandera para alimentar a sus tres hijos”. Cuando tenía siete años de edad, tuvo que salir y hacer frente a todos los defectos del mundo, pero no se avergüenza de su pasado. “Mi primera escuela fueron los franciscanos y fui admitido porque mi madre lavaba las ropas de los sacerdotes de la iglesia. "Después -continúa Barrilado- fui a la escuela del Quemadero, con tiempo suficiente para aprender a leer y escribir. A los once años empecé a trabajar como aprendiz de carpintero y me convertí en un tallador de madera y ebanista ayudando a Juan Antonio Criado y los registros de arenas en el taller de Jesús de Perceval".
Su contacto con las pesas, fue trabajando ya en la construcción. Su actitud valiente le llevó como a tantos españoles trabajar en Alemania buscando nuevos horizontes. De vuelta a España cumplió en el servicio militar como paracaidista. Con unos amigos formó un grupo de actores protagonistas de los torneos medievales. Se convirtió en extra y doble de cine en la década de los sesenta. Cuando los rodajes decrecieron se convirtió en entrenador de levantamiento de pesas. Como boxeador militando en la categoría de los pesados entre amateur y profesional estuvo entre los años 1973-1977. Dotado de un extraordinario físico, que mantiene a punto como cuando contaba veinte años, entre golpe y golpe de claqueta sigue impartiendo su sapiencia deportiva a numerosos jóvenes y menos jóvenes en el gimnasio que en la avenida Pablo Iglesias de la capital dirige en la actualidad. Su otra faceta menos conocida y de la que nos ocuparemos en otros momentos, la pintura, deberemos descubrirnos ante una forma de ejecutar este arte lleno de colorido y verdad.
JOSE ANGEL PEREZ
Etiquetas: Cine en Almería
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