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Cines de Almería

El ocaso de las salas de cine
Eduardo D. Vicente 

El derribo del edificio del Centro Cinematográfico, previsto para la próxima semana, terminará con la historia del último gran local que se construyó en la capital. Fue el 19 de marzo de 1980 cuando abrió sus puertas, ofreciendo al público dos salas, ‘A’ y ‘B’.

A pesar de la arriesgada apuesta que realizó su empresario, el negocio no consiguió la rentabilidad necesaria para sobrevivir en tiempos complicados. Su apertura coincidió con la llegada al mercado de los vídeos caseros, la gran revolución de los ochenta que terminó convirtiéndose en una losa para las salas de cine.

Desde entonces, casi treinta locales, entre salas y terrazas, han ido quedándose en el camino, víctimas de una crisis a la que sólo ha logrado sobrevivir el viejo teatro ‘Cervantes’, que sigue en activo, compitiendo con las multisalas del centro comercial Alcampo.

La época dorada para los cines en Almería fue sin duda la década de los años cincuenta. Después de la Guerra Civil siguieron en pie locales como el Hesperia y el Cervantes y las terrazas de verano del Tiro Nacional, Imperial, Variedades y España,

A comienzos de los cincuenta llegó la fiebre cinematográfica, coincidiendo con una etapa de resurgimiento económico después de los oscuros años de la posguerra. Primero apareció la terraza Moderno, junto a la plaza del ayuntamiento. Fue la primera apuesta del empresario de Alhama, Juan Asensio Artés, padre del desaparecido Juan Asensio Rodríguez, durante tanto tiempo magnate de los cines en Almería.

En noviembre de 1953 nace el cine Pavía, el primer centro cerrado que se construye en una barriada de la ciudad, y dos años después, en abril de 1955, Asensio sorprende erigiendo, en el corazón del Barrio Alto, por entonces una de las zonas más deprimidas de la ciudad, el Monumental. Fue una gran obra que terminó en un edificio de tres plantas y cine de gran aforo gracias a un amplio patio de butacas y al gallinero que se habilitó en el piso de arriba.

La apuesta del cine Liszt

En el centro de la ciudad competían el Cervantes, el Hesperia y el Apolo, que empezó como teatro y terminó derivando a cine.

En 1957 aparece otro en escena, el Liszt. El empresario de la construcción Alejandro Gutiérrez López, construyó un cine de lujo en la calle Torres, entre la Plaza Flores y la Plaza San Pedro. El local contó en su inauguración, el 9 de diciembre de 1957, con 622 butacas repartidas en dos alturas. La sala se caracterizó, en sus más de treinta años de vida, por la extraordinaria visión que ofrecía desdesde cualquier punto.

Eran tiempos de estrenos de grandes susperproducciones, en los que el cine era el principal entretenimiento de la gente. Los sábados y domingos había que guardar cola par sacar una entrada. La demanda era tan importante que algunos empresarios optaron por vender localidades de forma anticipada en las taquillas improvisadas de conocidos cafés del Paseo.

Uno de los acontecimientos que mayor expectación despertaron en la ciudad fue el estreno de la película ‘La Violetera’, con Sara Montiel y Raf Vallone. Fue la que eligió el cine Imperial para abrir sus puertas el 15 de enero de 1959. Las colas para conseguir una entrada, en los primeros días, llegaban hasta la Puerta de Purchena.

El negocio del cine era una apuesta segura y seguían proliferando los locales por el centro y en los barrios. El 10 de abril de 1959 se inauguraba el cine Roma, en la calle de la Reina, otra sala de lujo que contó, en los primeros años, con terraza de verano.

El Reyes Católicos

En febrero de 1961 se terminó de construir el edificio ‘Santa Isabel’, un piso moderno, obra de los arquitectos Manuel Herrero Palacios y Guillermo Langle Rubio, en el centro de la calle Reyes Católicos. Unas semanas después, el empresario Fernando Espa Cuenca abría en la planta baja del edificio el cine Reyes Católicos, que presentaba como gran novedad del momento, el sonido estereofónico magnético a cuatro bandas.

A finales de los sesenta el empresario Juan Asensio Rodríguez realizó su gran obra: el cine Moderno. Partió de la terraza y levantó un gran edificio con sala de invierno abajo y local de verano arriba, en el ático, con vistas privilegiadas a La Alcazaba y el cerrro de San Cristóbal. El Moderno marcó una época. Fue el primer y el único cine  que estableció funciones infantiles, los domingos a las 12 horas.

En la Transición florecieron algunos locales importantes: el Gelu, en la calle González Garbín, fue primero un cine de culto de cinéfilos y después la primera sala que proyectó películas pornográficas.

En 1975 apareció el Emperador, como un atractivo más dentro del recién inaugurado Centro Comercial Altamira y en 1980, el malogrado Centro Cinematográfico, cuyo edificio será derruido próximamente, y el cine Concordia, situado en una travesía de la calle Javier Sanz..

Los primeros cines de Almería

Sobre una pared encalada de la calle Aguilar de Campoó, frente a la puerta del Mercado Central y junto a la actual Joyería Regente, se proyectaban imágenes sin movimiento ni sonido hacia 1915. La máquina, a modo de linterna, reflejaba las escenas que un locutor iba narrando al público a modo de historietas. Aquí nacieron los primeros escarceos de cine público que se recuerdan, aunque en aquella época familias de la alta burguesía de la ciudad ya disfrutaban de proyectores adquiridos en Inglaterra donde veían las primeras películas de Chaplin en reuniones nocturnas.

Uno de los primeros cines que hubo en la ciudad, quizá el primero, fue el Teatro-Circo Variedades. Estaba situado en un amplio solar del Paseo, donde hoy se levantan el Hotel Costasol y la Delegación de Hacienda. En los años veinte daba funciones los jueves y los domingos. Eran películas de cine mudo que se ofrecían al público por episodios.

De la misma época es el Trianón, frente a la Plaza Circular donde hoy está el edificio de la Seguridad Social. Era un local muy primitivo: cuatro paredes, un pantalla y dos filas de bancos de madera hechos de tablas, que hacían de asientos. Frente al cine, donde está el chalet de la ‘Casa Vasca’ abrieron la primera terraza de verano que hubo en la ciudad.

También en los años veinte se construyó el Teatro Cervantes, aunque tendrían que pasar décadas para que empezara a funcionar como cine. Fue un caso similar al del Apolo, construido para montar obras de teatro, pero que después se fue transformando en una sala de cine.

En 1925 apareció el Hesperia, que fue la sala pionera en las proyecciones de cine sonoro. Hacía 1930, llegó la primera película hablada que se estrenaba en la ciudad. La cinta escogida fue ‘El desfile del amor’, del director Ernst Lubitsch, protagonizada por dos estrellas de la época como Maurice Chevalier y Jeanette MacDonald.

Al estreno, que fue un acontecimiento en la ciudad, acudieron las principales autoridades y una banda de música.

El cine de la Guerra Civil

En los años de la guerra se cerraron las salas de cine. Algunas se utilizaron para almacén de víveres. Las únicas películas que se pudieron ver entre 1936 y 1939 fueron los documentales de propaganda marxista que enviaban desde el Ministerio de Cultura de la República. Aquellas cintas intentaban levantar el ánimo de la población, con arengas que aseguraban la inminente victoria del ejército republicano. Un viejo edificio de la calle Pedro Jover, cerca de la Avenida del Mar, se habilitó como sala de cine con el nombre de Katiuska.

Como no había asientos suficientes para que todo el público pudiera estar sentado durante el espectáculo, era muy habitual ver a la gente tirando de la silla que se llevaban de sus casas.

En los años de posguerra se hizo muy popular ‘El Tiro Nacional’, una gran terraza que se habilitó en uno de los descampados que se prolongaban en lo que hoy es la Avenida de la Estación. Allí llegaban los circos, se daban mítines franquistas, se hacían bailes populares y hasta se ofrecían acaloradas veladas de boxeo. En verano, se convertía en terraza de cine. Después, con el paso de los años, las terrazas se fueron generalizando y afloraron por casi todos los barrios de la ciudad. Pescadería tuvo la de ‘San Roque’, conocida popularmente como ‘El Jurelico’. En Los Molinos abrieron la terraza ‘Las Delicias’, ‘Los Pinares’ frente a la Bola Azul, ‘Bahía’ en el Zapillo, y ‘San Miguel’ en Ciudad Jardín.

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EN LOS AÑOS 80 ALMERIA TENIA EN LA CAPITAL MAS DE UNA DOCENA DE CINES
(Agradecida aportación de J. Aguilera)

Porque ir al cine entonces no era como hoy. Llevaba consigo una liturgia que suponía quedar con bastante tiempo de antelación para tomar un refresco o un café o guardar la cola para conseguir las entradas (Internet, que ha matado el cine por la posibilidad de ver la película que quieras sin salir de casa, permite comodidades como adquirir las entradas con antelación). Además, tenías la ventaja o 'desventaja', según se mire, de si no habías visto el principio de la película la podías ver en el segundo pase, aunque por la cuenta que te traía ya estabas avisado y preparado para no llegar tarde, pero las entradas no estaban numeradas como ahora. De todas formas, la posibilidad de ver la película otra vez es posible porque no hay llenos. Y es que en Almería capital hubo una época en la que andando se podía formar parte de esa magia que suponía ir una tarde de sábado, domingo o un día festivo a ver una película rodada en Almería o en la ‘conchinchina’, para ver el estreno de 'Superman' en el Reyes Católicos; el de 'Grease' en el Imperial, o ¿Quién mató a Roger Rabbit? en el Cervantes.

Almería perdió esa magia y fue acabando con el cine porque se quedó hace años sin salas en la capital y no hay que remontarse mucho tiempo atrás. En 1980, tal día como hoy, la cartelera que aparecía en IDEAL señalaba 14 salas de cine en trece espacios, la mayoría climatizados. La única sala con dos salas de proyección era el Centro Cinematográfico, situado en la Plaza Marín.

Tal día como hoy, en 1980, en el centro de Almería se encontraban las siguientes salas:

1. Reyes católicos, situado en la calle del mismo nombre donde hoy se ubica un salón de bingo que proyectaba la película 'Vacaciones al desnudo ', con Juan Carlos Naya y Lilli Carati. Se inauguró El 15 de febrero de 1961.

2. Cine Roma, en la actual calle La Reina, que exhibía la película 'Abandonados en la isla perdida', con Robert Logan.

3. Teatro Cervantes, en el Paseo de Almería, donde se proyectaba 'Cuba', con Sean Connery.
4. Cine Moderno, en la calle José María Acosta, a la espalda del Ayuntamiento de Almería, exhibía 'Sábado negro', Saverio Marcone, Mirella Dangelo y Luciano Bartola.

5. Cine Liszt, que estaba en la calle Torres, entre la Plaza Flores y la Plaza San Pedro, que exhibía 'Juego para parejas infieles', en versión original, protagonizada por Pierre Rousseau y Sophie Cnudde.

6. Cine Gelu, en la calle González Garbín, que exponía 'Rosa Bombón', en versión original, con la presencia de Karl Stegger y Sigrid Horne.

7. Cine Imperial, ubicado en la calle Pablo Iglesias y que más tarde pasaría a tener cuatro salas, sólo tenía una sala en la que ponían 'Cinco Tenedores', con Concha Velasco, José Sazatgornil 'Saza', Manuel de Benito, Manuel de Blas y Pilar Bardem.

8. Cine Monumental, en la calle Real del Barrio Alto, con 'Nuestro agente en Casablanca' y Billi Chang.

9. Centro Cinematográfico, En la Plaza Marin, que en su sala A mostraba 'Correrías de verano', de Mark Hamill, y en la sala B 'Emmanuelle y el imperio de las pasiones', con Laura Genser.

10. Cine Emperador, que estaba en la calle Gregorio Marañón, exponía ‘Drácula’, con Frank Langella y Laurence Olivier.

11. Cine Los Ángeles, en la calle Marchales, proyectaba 'El gallo y sus alumnas', con Rossana Podesta y Lando Buzzanca.

12. Cine Apolo, el ahora teatro en Obispo Orberá, exhibía 'Cantando bajo la lluvia', con Gene Kelly y Debbie Reynolds.

13. Cine Bahía, en la calle Téjar, en El Zapillo, proyectaba un programa doble con 'Billy Chang' y 'Canoa'.

Luego aparecerían otras salas como la Concordia, en la calle Valero Rivera (una travesía entre Javier Sanz y Federico García Lorca), o el Hesperia, un cine de los cincuenta que reapareció en la primera década del siglo XXI en lo que antes era el cine y la terraza del mismo nombre, entre General Segura y Marqués de Comillas.

Variada oferta que fue decayendo con el paso de los años hasta quedarse en nada. Hoy en día para ver cine en Almería obligadamente hay que hacer kilómetros y acudir al Centro Comercial Mediterráneo, donde sí es verdad que se puede ver cómodamente la película que quieras, pero la 'comodidad' de antes no tiene nada que ver con la de ahora, en la que la Almería, tierra de cine, es una Almería, tierra 'sin cines'.

Rescatado por JOSE ANGEL PEREZ

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EL AGRADABLE RECUERDO DE LOS CINES Y TERRAZAS DE VERANO DE ALMERIA

Sin temor a equivocarme, se podría decir que en los primeros años de la década de los ochenta, aquí en Almería se mantenían abiertos más de treinta cines-entre los clásicos y las terrazas- funcionando a buen ritmo pese la competencia existe. Unos años antes, varias terrazas clásicas de los 60 y 70 se dieron de baja de esta nómina espectáculos. Así a bote pronto estos son los nombres que me vienen a la memoria.

Atrás quedaron el Tiro Nacional, Terraza Ciudad, Apolo A-en el solar donde se levantó el Gran Hotel, el Apolo B, en el patio de la Escuela de Formación, la Terraza Eslava, La Cervantes en El Alquian, la terraza Bambi en Los Molinos y la terraza Albeniz, celebre también por sus combates de boxeo, la terraza List, los cines Katiuska de Padre Jover o el Blancanieves de la calle Trajano, donde incluso yo viví.

Ciñéndonos a 1981/82 estos serán los cines existentes en la capital: Teatro Cervantes, Teatro Apolo, Salón Hesperia calle General Segura, 2, Reyes Católicos, Cine Imperial en Paseo Versalles, Cine Liszt, calle Torres 1, Cine Roma calle de la Reina17,Cine Pavía “El pijotica”, calle Arquímedes, 8, Monumental Cinema, real del barrio Alto 198, Cine Bahía, calle Tejar. Cine Delicias, Los Molinos, Cine Los Ángeles, calle Marchales, Cine Moderno, José María Acosta, 2, Cine Emperador, carretera de Ronda y Cine Gelu en González Garbín, 18.

Respecto a las terrazas de verano, en este mismo periodo de tiempo, brillaban la Norte, en paseo Versalles, Terraza Imperial, en calle Don Juan de Austria y el penetrante olor de sus jazmineros, Los Carmenes, en el Zapillo, Terraza Delicias en Los Molinos, Terraza San Roque “El Jurelico” en la calle Mariposa de Pescadería, Terraza Moderno, calle Almanzor, Los Pinares, Oriente en Real del Barrio Alto, terraza Hesperia en marqués de Comillas, Buenavista en carretera de Granada, Terraza Andalucía en la barriada de Los Ángeles, Terraza Ciudad Jardín, Terraza San Miguel, calle Norte, Bahía en el barrio de pescadores, terraza Pavía en plaza Pavía y en la Plaza de Toros en la avenida de Vilches

JOSE ANGEL PEREZ

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Apolo

Bahía

Emperador

Gelu

Gon de Roquetas

Hesperia



Imperial





Listz

Moderno

Monumental

Reyes Católicos


Roma

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