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Heladería Adolfo

LOS SUEÑOS DE NUESTRA LEJANA NIÑEZ SE HACÍAN REALIDAD EN LA CALLE MARIANA

La Heladería de Adolfo Hernández, fallecido hace veinticuatro años, fue sin género de dudas un referente para todos los chiquillos/as de Almería capital, atraídos por el suculento aroma y sabor de sus helados que de manera más profesional empezó a comercializarlos en un pequeño local de la calle Mariana, frente a la desaparecida panadería de Carolina y cuya materia prima en los años cincuenta ya elaboraba Adolfo y su familia en un local de la Almedina destinado a la fabricación de sus helados y polos.

En aquellas décadas, la calle Mariana prolongación de la calle de las Tiendas era una de las vías de la capital más transitadas, hoy desgraciadamente solo queda en pie un estanco y en la esquina con calle Cervantes el bar Bahía de Palma. Adolfo Hernández, cuyos sucesores prolongaron eficazmente el negocio, junto a su mujer e hijas refrescaron y endulzaron con sus productos a miles y miles de niños y adultos. La idea de abrir este negocio le vino a Adolfo después de la guerra cuando se marchó a Gerona a trabajar en unas minas de potasio. De regreso a Almería y dándole vueltas a la cabeza no sin antes, machacarse “las ventas” en las colas del Cine Hesperia vendiendo chucherías -especialmente los tostones- e instalarse después en un portal junto a la tienda de comestibles de Juan Viciana en la calle de las Tiendas, a mediados de los cincuenta, tras pasear sus productos por las calles de Almería vendiendo helados con un pequeño carrito que había adquirido, fija el negocio en la venta de sus propios helados en la calle Mariana.

Adolfo fue lo que se dice ahora, un auténtico emprendedor. Ahí se mantuvo hasta que el tiempo fue borrando todos aquellos comercios de la zona, la confitería La Flor y Nata de Don Angel Berenguel, la cafetería El Paso de Pepe Montes, la tienda de comestibles de Antonio El Pechinero, así hasta sastrería Solbas, Joyería Platino, Casa Justo y otros cuantos negocios más. Lo dicho, no hay ningún sesentón/ona de Almería que no se haya ya tomado “un chambi” o un polo de Heladería Adolfo.

JOSE ANGEL PEREZ

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