Manolo de la Rivera
EL CANTAOR ABDERITANO INJUSTAMENTE OLVIDADO, CANTA ARRIERAS DE DALÍAS, PIEZA DE MUSEO
Manuel Rivera Ruiz “Manolo de la Ribera”, fue el nombre artístico de este cantaor de flamenco, nació en Adra el 27 de marzo de 1912. Hijo de una humilde familia de jornaleros abderitanos, se trasladó con sus padres al barrio almeriense de La Chanca. Ejerció de aprendiz en muy diversas ocupaciones, entre ellas la de operario de un almacén de barrilería de uva próximo al Hospital Provincial.
Cuando contaba 16 años se marchó a La Línea y Algeciras a probar suerte con un grupo de maletillas de toreros, su otra gran pasión. Allí entra en contacto con los ambientes flamencos de la provincia de Cádiz. En 1928 anunciado como “Niño de la Alcazaba”, alternó con Angelillo, El Jerezano, y Macandé de Cádiz en un café cantante de Ceuta. Tras hacer en Madrid el servicio militar, regresó a Almería, debutando profesionalmente en el teatro Cervantes el 30 de junio de 1935 en el marco de un festival benéfico, ya con el sobrenombre de “Niño de la Ribera”. En el mes de noviembre de ese año de nuevo marcha a Madrid contratado por el Circo Price acompañado de Miguel Fernández, “El Tomate”, iniciador de una fructífera saga de guitarristas flamencos. Con este tocaor formó una sólida pareja artística en sus inicios.
Tras el fin de la Guerra Civil, Manuel Rivera inició una dilatada carrera profesional prolongada hasta su fallecimiento, en Málaga en el año 1990, en una precaria situación económica, asilado en un establecimiento de la Beneficencia Pública. Durante su vida como artista, Manolo de la Ribera frecuentó giras por plazas de toros, teatros y terrazas de verano, como artista en solitario, o formando parte de compañías de figuras del arte flamenco y la canción española, como Pepe Marchena, Juanito Valderrama, Canalejas de Puerto Real, y Angelillo entre otros. Espectacular su milonga “Se está perdiendo el flamenco, con las canciones modernas y los nuevos cupleteros. Ya no hay cantes de solera, y se canta el macetero”.
Rescatado por JOSE ANGEL PEREZ
Cuando contaba 16 años se marchó a La Línea y Algeciras a probar suerte con un grupo de maletillas de toreros, su otra gran pasión. Allí entra en contacto con los ambientes flamencos de la provincia de Cádiz. En 1928 anunciado como “Niño de la Alcazaba”, alternó con Angelillo, El Jerezano, y Macandé de Cádiz en un café cantante de Ceuta. Tras hacer en Madrid el servicio militar, regresó a Almería, debutando profesionalmente en el teatro Cervantes el 30 de junio de 1935 en el marco de un festival benéfico, ya con el sobrenombre de “Niño de la Ribera”. En el mes de noviembre de ese año de nuevo marcha a Madrid contratado por el Circo Price acompañado de Miguel Fernández, “El Tomate”, iniciador de una fructífera saga de guitarristas flamencos. Con este tocaor formó una sólida pareja artística en sus inicios.
Tras el fin de la Guerra Civil, Manuel Rivera inició una dilatada carrera profesional prolongada hasta su fallecimiento, en Málaga en el año 1990, en una precaria situación económica, asilado en un establecimiento de la Beneficencia Pública. Durante su vida como artista, Manolo de la Ribera frecuentó giras por plazas de toros, teatros y terrazas de verano, como artista en solitario, o formando parte de compañías de figuras del arte flamenco y la canción española, como Pepe Marchena, Juanito Valderrama, Canalejas de Puerto Real, y Angelillo entre otros. Espectacular su milonga “Se está perdiendo el flamenco, con las canciones modernas y los nuevos cupleteros. Ya no hay cantes de solera, y se canta el macetero”.
Rescatado por JOSE ANGEL PEREZ
(Manolo de la Ribera el primero por la derecha, el abuelo de Pepi Biosca y Porrinas)
Etiquetas: FLAMENCO
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