Mundo Musical Almería - Historia

Información sobre la historia musical almeriense

Maestro Barco

Aporte de Israel Monserrat Veas















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EL MAESTRO MÚSICO RAFAEL BARCO MOLINA
Nació en Fuente Victoria el 26 de noviembre de 1903 y falleció el 5 de marzo de 1995. Huérfano de padre con pocos meses, su familia se trasladó a la capital. Hoy hace 113 años de la efeméride. Su formación musical empezó en la Escuela de Seises de la Catedral de Almería, aprendiendo piano más adelante con el maestro Alonso, continuando estudios en el Liceo de la calle Real. En la década de los años 20 ocupó plaza de flautista en la Banda municipal de la ciudad. Posteriormente decidido hacerse músico mayor y militar, para lo que se trasladó a Madrid a estudiar armonía y composición. Herido gravemente en un bombardeo en Almería durante la Guerra Civil, se truncó su carrera militar. 
Trasladado a Granada, fue profesor de música en las escuelas del Ave María, hasta que, desde la Diputación Provincial de Almería, José Suárez lo llamó para que se hiciera cargo de la Escuela de música y la Banda del Hospicio Provincial, donde formó a muchos alumnos que continuaron la carrera musical. Desde entonces, el Maestro Barco, compositor, pianista, profesor, y director de bandas y orquestas, fue protagonista del ambiente musical de Almería y provincia. De su obra destacamos la zarzuela En mi jaca zamorana, las nueve piezas para orquesta y coro Virgen de los Dolores, y el concierto en tres tiempos Almería moruna. Murió el 5 de marzo de 1995 en Almería.
Aportación de J. Gaona - Rescatado por JOSÉ ÁNGEL PÉREZ

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En mi jaca Jerezana (II) mi jaca

Rafael Barco Molina (Fuente Victoria, 1903-Aguadulce, 1995) fue un destacado representante de la música laica y sacra almeriense de la pasada centuria: compositor, profesor, pianista y director de Orquestas y Bandas

ANTONIO SEVILLANO / HISTORIADOR
25 Abril, 2010 - 01:00h
En la aproximación biográfica del maestro Rafael Barco que ayer iniciábamos, al cumplirse en el 15º aniversario de su fallecimiento, dimos cuenta de su nacimiento y antecedentes familiares; traslado a la ciudad y estudios en el Colegio de Seise catedralicio de la mano del maestro de Capilla Manuel García Martínez y en la Academia de Bellas Artes de Joaquín Acosta. Dejando al chico recién ingresado (1918) en la Banda de Música Municipal con escasos 15 años y 1.500 pesetas de sueldo anual en calidad de Profesor de 2ª clase en la modalidad de Flauta.

Aunque hemos logrado reunir un interesante material sobre la Banda, no es ahora momento de escribir su historia. Sí adelantaré en cambio que en su mayor apogeo alcanzó los 50 profesores en plantilla, además de numerosos "educandos"; que ensayaba en una dependencia infecta junto al Matadero viejo, que sufrió mil y una vicisitud, precariedad en el empleo, escasa retribución y el baile negativo de sucesivos directores. Pese a ello, fue una institución altamente valorada por la ciudadanía, de gran calidad artística y contrastada formación técnica; sometida a un ritmo de actuaciones públicas y privadas que, especialmente en verano, llegó a ser agotador: dos conciertos semanales, amén de obligadas comparecencias en celebraciones festivas y solemnes, actos civiles y religiosos e invitaciones puntuales para tocar en la provincia. A esta Banda Municipal de Música perteneció Rafael Barco Molina, hasta la primavera de 1942 en que cobró unos haberes atrasados (Pleno 28/05/42), bajo la atenta batuta -salvo omisión- de Eugenio Lloret, Antonio de la Rubia, Zósimo Santamaría, Emilio Leseduarte Fuentes, Pedro Victoria Márquez y Eusebio Rivera (otro de sus insignes maestros cuando era responsable de la Banda del Regimiento de la Corona). Aunque como cada hijo de vecino, para completar unos ingresos mínimamente dignos, debió recurrir a otras ocupaciones paralelas, siempre en el campo musical que dominaba.

PIANO, ORQUESTAS, BANDAS
Formó orquestinas que amenizaron bailes, saraos y pusieron "banda sonora" a películas mudas proyectadas en los cines Trianón y Hesperia, además de zarzuelas y revistas musicales en el Cervantes. Acompañó al piano a las "vocalistas" (Machín, Pilar Lorengar) que debutaban en los cafés Colón y Español, o bien en actuaciones solistas con su propia Orquesta Barco, Jazz Melody o Alba. Y en verbenas de los balnearios Diana y San Miguel y terrazas del Tiro Nacional y Casino Cultural.

En diciembre de 1931 el titular de piano y solfeo de la Escuela de Artes propuso al Ayuntamiento su nombramiento como ayudante de ambas asignaturas; petición denegada en la sesión del día 21. Sin embargo -por amor al arte o retribuido-, prosiguió la enseñanza en el Centro, al menos hasta febrero/marzo de 1937 que solicitó restableciesen en el presupuesto anual la subvención municipal de dos mil pesetas que venían abonando. Tales actas reafirman que -tras gozar de una excedencia municipal- había regresado a Almería desde Madrid, donde preparaba con Emilio Vega y Ricardo Dorado las oposiciones a director de Bandas Militares, a solucionar el delicado papeleo administrativo-político de un tío suyo. Con tan mala fortuna que una de las bombas arrojadas por aviones fascistas la madrugada del 18 de abril le ocasionó serias lesiones y secuelas en ambas piernas (lesiones agravadas posteriormente por un accidente fortuito). La bomba cayó en la calle Majadores, entre la farmacia de Octavio Granados y el molino de la Sal. De aquella estancia madrileña contaba -con gracejo e ironía, sin resentimiento- en tertulias espontáneas de la barbería de su vecino y amigo Pedro Hernández, como el célebre compositor Francisco Alonso no le auguraba un buen porvenir profesional, basándose en su forma de sentarse en el taburete ante el piano. Hombre, que se lo digan a los cientos de alumnos que pasaron por sus manos, entre ellos a Fernando García Escobar, el más aventajado de todos… ¡La baba se le caía al maestro Barco cuando en diciembre de 1965 dio su primer concierto en la Biblioteca Villaespesa!

Ya vivía en la planta baja de la plazoleta Jaruga, donde se mudó con su madre al trasladarse su hermano José y familia a Granada. José perteneció a su Banda Municipal y formó otra propia, habitual de la plaza de toros granadina varias temporadas. Durante breve tiempo Rafael se hizo cargo de la Banda del prestigioso colegio del Ave María de la ciudad de los Cármenes. En esta densa biografía hay que significar que tras recibir clases de piano en nuestra capital se examinó con aprovechamiento en el Conservatorio de Cádiz.

Al concluir la guerra se casó con su prima y paisana Mercedes Barco López, de cuyo matrimonio nacieron (1940 y 1945) Rafael y José. Tras unos meses de meritorio, a comienzos de 1942 ingresó como Profesor de Música (sesión 07/03) en el Hogar Provincial "Nuestra Sra. del Pilar", dependiente de la Excma. Diputación. Allí dio clases, formó una Banda con los internos, alimentó vocaciones, educó y fue valedor y mentor de los niños desvalidos ante la Administración ¡Sólo por ello merece una estatua o que dé nombre a alguna iniciativa cultural de la Institución! ¿Qué tal las concentraciones anuales de Bandas locales? Vendría a sumarse a otras distinciones recibidas en vida: Uva de Oro de la Casa de Almería en Madrid, Premio Bayyana, Tertulia Indaliana y dos galardones especiales: Hijo Predilecto de su natal Fuente Victoria e Hijo Adoptivo y Escudo de Oro de la Ciudad de Almería ¿Cuándo coñ… va a realizar el Ayuntamiento una visita guiada por su entorno urbano?

EN MI JACA JEREZANA
Dadas sus convicciones religiosas, cultivó composiciones sacras, en perfecto maridaje con la música laica, culta y popular. Sin embargo, como me temía, dos Crónicas no son suficientes para mostrar con detenimiento y el merecido respeto la obra de Rafael Barco. Un hombre sencillo y modesto, excelente pianista, exquisito compositor, gran educador y mejor persona, al que me cupo el honor de conocerle personalmente y disfrutar de su conversación. Aprovecharé alguna onomástica para regresar a sus pasodobles, himnos religiosos, marchas cofradieras, cantatas, melodías, festivales benéficos, instituciones, amigos… Valga por ahora la breve mención de su composición más conocida y representada: la zarzuela lírica andaluza en tres actos, de ambiente cordobés, "En mi jaca Jerezana"; estrenada la noche del 18 de diciembre de 1935 en el teatro Cervantes. Libreto netamente almeriense: Ramón Guijo Alcalde y José Mª Rull (letra), música de Rafael Barco.

Los felices augurios que adelantaban los diarios locales fueron refrendados con muy positivas críticas posteriores. Patrocinada por la Asociación de la Prensa presidida por Ginés de Haro, el lleno fue absoluto para aplaudir a sus veinte intérpretes, tenor y "coro de romeros" dirigido por D. Paco Gomis, amén de la orquesta de veinte y seis profesores a las órdenes del propio Barco. Me consta que fue repuesta en cuatro ocasiones, en Almería y Laujar. Quedan pendientes el anecdotario y comentarios.

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EN MI JACA JEREZANA
En mi Jaca Jerezana es una zarzuela lírica andaluza en tres actos, de ambiente cordobés, estrenada la noche del 18 de diciembre de 1935 en el Teatro Cervantes de Almería. Es una obra de autores muy jóvenes –para todos era la primera zarzuela que escribían-, bien instrumentada y de un profundo color andaluz. 

Fue patrocinada por la Asociación de Prensa de Almería queriendo demostrar que los intérpretes –todos aficionados y noveles- no tienen que envidiar nada a los artistas ya consagrados. Para Almería fue un verdadero acontecimiento teatral y cultural, donde en pocas horas se reservaron y retiraron todas las localidades para el estreno de la zarzuela.

Consta de una trama interesante, distraída y bien desarrollada, con letra suave y fácil, dando como resultado una alegre y colorida estampa. La partitura es admirable, inspirada y llena de emoción. Ésta dejó entrever los mimbres que poseía Barco para convertirse en un buen compositor, como así el tiempo demostró. Utiliza diferentes estilos musicales, desde elementos folclóricos, hasta un guiño al jazz, en uno de los números musicales. El propio maestro dirigió a la orquesta.

En diciembre del año 1957 se volvió a representar la zarzuela en el Teatro Apolo de la capital almeriense. Para esta ocasión, Rafael Barco, introdujo nuevos números musicales, que le dieron más rotundidad a la obra y fueron muy bien acogidos por el público.

SINOPSIS
Está ambientada en la serranía de Córdoba durante la subida en romería a la ermita de la Virgen del Escondrijo. Todo ello con el amor y el desamor como protagonistas, y aderezado con tono alegre, burlesco y de colorido.

ÍNDICE DE ESCENAS
Musicalmente, la obra se articuló en tres actos y en los siguientes números:
Acto I: Preludio, Cuarteto, Romanza de Carmela, Bis instrumental.
Acto II: Coro de romeros, Romanza de Gabriel, Dúo de Rosarillo y Trompito, Plegaria de Carmela.
Acto III: Dúo de Carmela y Gabriel, Fox del Míster, Terceto cómico, Final.

PERSONAJES
Carmela: damita joven Don Gregorio: el cura
María Josefa: Madre de Carmela. Santera de la Ermita Manuel: joven fuerte y guasón
Rosarillo: cómica Joseíto: joven esmirriado y presuntuoso
Angustias: mujer de Bartolo DON FLORENTINO: rico propietario
Doña Luz: esposa del ricachón D. Florentino DON JOSÉ: mayor. Modesto en el traje. Trato distinguido
Muchacha 1ª, 2ª y 3ª: jóvenes y alegres BARTOLO: marido de Angustias. Muy bruto
Gabriel: Galán MUCHACHO 1º, 2º y 3º: joven
Pinturas: joven presumido CHARLES: joven inglés, algo cursilito
Trompito: cómico. Tipo ridículo CORO DE ROMEROS

FICHA ARTÍSTICA
Libreto: Ramón Guijo y José Ma Rull
Música: Rafael Barco Molina
Transcripción y Reducción para canto y piano: Julio Fco. González Jiménez

REPARTO
Maite Ordaz (soprano)
Desirée Manzano (mezzosoprano)
Luis Ariza (tenor)
José Luis Herrador (barítono)
Coro de Cámara “Emilio Carrión”
Director coro: José Manuel Jiménez
Narrador: Jesús Herrera
Piano: Nieves Sánchez Camacho
Escenografía audiovisual: Juan Javier Piedra de Haro
Director artístico y musical: Julio Fco. González Jiménez

ASOCIACIÓN “ATENEO MUSICAL DE ALMERÍA” (AMA)

EL COMPOSITOR: RAFAEL BARCO MOLINA (1903-1995)
Nace en Fuente Victoria (Almería) el 26 de noviembre de 1903, siendo el menor de cuatro hermanos. Empieza sus estudios musicales con el maestro de capilla Manuel García. Cursa estudios en el Liceo de la calle Real como alumno libre. En 1918 entra en la Academia Municipal de Bellas Artes del Ayuntamiento de Almería, donde estudió flauta.

A los 14 años ingresa como titular, ganando la oposición como flauta en la Banda Municipal. Inicia también sus estudios de piano. Armonía estudió con el maestro Eusebio Rivera. A mediados de 1935 escribe la primera obra destacada de su repertorio, la zarzuela En mi Jaca Jerezana, la cual se estrena en el Teatro Cervantes de Almería, el 18 de diciembre de 1935.

En los primeros meses de 1936 marcha a Madrid para ampliar sus estudios. Allí estudia con don Emilio Vega –en la Banda de Alabarderos de Madrid- y con don Ricardo Dorado. Ambos le ayudan a entrar en el mundo de la composición. Estalla la Guerra Civil en España y tiene que volver a Almería. En esta ciudad y en febrero de 1937 es herido en ambas piernas por los bombardeos de la aviación nacional. 

Comienza a dar clases de música en el colegio Ave María de la capital almeriense. En 1943 es reclamado por la Diputación de Almería para ejercer la docencia musical en el Hospicio de la ciudad. Este es su trabajo oficial conocido a lo largo de su vida hasta su jubilación. Después de ésta –a los 65 años- comienza su época compositiva más prolífica. A la llegada de don Manuel Celdrán como director de la Banda Municipal de Almería, éste lo animaba continuamente a escribir música, dando lugar a diversas obras que la Banda Municipal de Almería ha estrenado.  

Es “Hijo Predilecto” de Fuente Victoria (8 de agosto de 1987) y fue nombrado “Hijo Adoptivo” de Almería (20 de Agosto de 1985). Los actos se desarrollaron durante tres días celebrándose audiciones por parte de sus alumnos y conciertos de la Banda Municipal de Almería bajo la batuta del Maestro Celdrán. 

Muere el 5 de marzo de 1995. Muchos almerienses se congregaron en la Iglesia para despedirlo. Durante el funeral, la coral Virgen del Mar acompañó tan doloroso momento interpretando fragmentos del Réquiem de Mozart. Para terminar no podía faltar la Banda Municipal que también expresó, con dignidad, su admiración por el maestro, recibiéndolo con marchas militares cuando sacaron su féretro de la Iglesia.

LOS LIBRETISTAS: RAMÓN GUIJO Y JOSÉ Mª RULL.
Ambos formaron parte del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Almería. Ramón Quijo como tasador y José Mª Rull como secretario de la Presidencia. Fue su primera y única incursión en el mundo teatral.

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